Se podría decir que estas dos palabras tendrían que ir de la mano en nuestro diccionario emocional. Pero demasiadas veces comprobamos que no es asi…
¿Que me pasa?
Nos han enseñado que para sentirse bien hemos de ser amados por otro. Esto nos lo repiten hasta la saciedad de forma directa o indirecta en la infancia. Si no haces esto o lo otro ¡no te quiero! Este mensaje dañino ha sido incorporado a nuestro acervo emocional desde una edad temprana.
Posteriormente, el colegio con las notas y la comparación terminan de enmarcar nuestra autoestima dependiente. Complacer y estar a la altura de las expectativas de los otros parece un objetivo vital. Y por si fuera poco… la televisión nos bombardea con imágenes que refuerzan este modelo temprano. Me gustaré si consigo gustarte.
Y en esto empezamos la vida afectiva con este patrón disfuncional pero generalizado a casi toda la población.
Inmersos en la adolescencia, que es una montaña rusa de hormonas revueltas, nos enfrentamos a los primeros afectos y desafectos. Es un momento de cambio y pruebas. Si hemos encontrado en el camino alguien que nos aprecie sin condiciones, que nos apoye a pesar de nuestros defectos, podremos revertir modelos negativos para nuestra autoimagen. Pueden ser los padres, un profesor, un amigo o amiga, un mentor en la juventud. ..
Por ello, muchas personas consiguen, a pesar de esta posición de salida, construir una imagen de sí buena y mantenerla a pesar de los avatares y desencuentros relacionales.
Aquí autoestima y amor se juntan. Porque la persona ya no busca el amor de otro sino que puede quererse y respetarse con independencia del otro.
Ahora que llega san Valentín y nos gusta ser amados, hagamos una apuesta revolucionaria. Celébralo por ser quien eres. Especial y única o único. Celébralo íntimamente, contigo mismo o contigo misma.
Si tienes pareja simplemente acepta que, como lo que hay en ti está bien, eres básicamente querible, y te gustas, es fácil ser amado o amada.
Si no tienes pareja, por decisión, o por que no has encontrado una sintonía suficiente con otra persona, dedica ese día a mimarte cuidarte y redescubrir lo que hay en ti.
Y si tienes una relación que no es satisfactoria, o no tienes una relación y eso te tortura… Reflexiona…. ¿Te quieres lo suficiente? ¿Vives asustado o asustada por si te abandonan?, ¿por si el otro descubre que hay mas y mejores?
Si es así…amor y autoestima no van de la mano. Te has quedado atrapado o atrapada en modelos tempranos y negativos de aprendizaje emocional. La buena noticia es que puedes cuestionarlos y encontrar dentro de ti el amor al que necesitas dirigirte.
Aprender a mirarse con buenos ojos, aceptarse y ser tolerante mientras vamos evolucionando y creciendo emocionalmente es el secreto de conseguir un amor sano y equilibrado hacia uno mismo. ¡Y esto es la nueva casilla de salida desde la que es mas fácil vivir!
La buena noticia es que ¡cualquier momento es bueno para empezar a quererse!
Feliz San Valentin.
Elisa Múgica, Gabinete Centro Vitae Psicología
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